En el campo de batalla se realizan batallas impresionantes el bien contra el mal la lucha es por almas, como creyentes de Dios debemos correr a la batalla por defender la verdad y la justicia, para reclamar autoridad en el nombre de Jesús, aquellos feroces demonios no vacilan en hacer destrucción y destrozar a inocentes, hoy clamo a ti estimado amigo (a), el de despertar de este sueño y desempolvar la armadura que Dios nos ha provisto, y correr firmemente al campo de batalla donde un hermano de guerra necesita tu ayuda por las heridas que el enemigo le haya causado, luchemos hombro con hombro sin titubear destruyamos fortalezas de maldad y corramos la nicótica de un salvador que es Cristo el señor para traer luz a este mundo que necesita de la salvación que es por medio de la sangre de Cristo Jesús.
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